La tiranía y la rabia, no son clandestinas.

   Esta vida está llena de vueltas y de valles de sinuosas pendientes que nos alejan, que nos llevan fuera de sí, fuera de nosotros, haciendo que las cosas pasen lejos logrando  así  que trastabillen nuestros pasos, que titubeemos cuando no lo debemos. Pero eso es algo que ni yo, ni nadie puede cambiar y lo más aterrador es que cuando las personas se alejan, se pierden y basta dar dos o tres pasos en una mala dirección, un poco de bruma  y puff... Otra historia inconclusa o concluida de una forma abrupta y sin sentido cobrando vida o final para este caso.    Es curioso que en nuestro momento todo haya ido viento en popa, todo nuestro entorno jugo de una manera religiosamente  enigmática  para enlazar nuestras vidas y durante unos años, nos hicieron unirnos dándonos tantas flores que olvidamos quizás que los malos momentos también son necesarios una relación, un amor nunca es...

EL auspicio de la incesante melancolía... ahogado en whisky, el clamor de un corazón no es mas razonable que el clamor de un loco encerrado en un manicomio... tantas veces te pienso, y pienso en que cambiaras y entonces la retorica pérfida y susceptible a los hechos toma el control de mi, y no se aplaca... solo me repite que nadie cambia, las personas solo erran en volver a ser lo que son, por lo cual todo cambio es una mera ilusión banal o un choque contra el destino.

Errores acertados… he cometido muchos errores, pero recientemente mis errores han cobrado un carácter heroico… soy salvado por errores que yo mismo me recrimine y que en un momento me pesaron la conciencia, que aun me pesan… pero ellos son los redentores, los salvadores, los héroes incognitos de una batalla que no discierne ni bien ni mal, porque todo lo que se hace por amor, va mas allá del bien y el mal. Por eso propongo un brindis por aquellos errores nostálgicos y aguerridos que no doblaron su carácter ante la conciencia, que fueron mártires despreciados, prófugos de una verdad incolora que no sabía que tono tomar, aunque si sabía a donde quería llegar…

Una rabia insensata recorre mis venas, como un pequeño elixir que me corroe... que me anticipa. Sin embargo esta ciudad continua con su flujo insulso e inconstante como una retorica a mi razón...  Los hombres pensamos tanto en quien  nos controlamos, quien nos ve... quien creemos estar en proceso de encuadre (dígase vagamente aquel viejo arte de coquetear)... Si supiéramos que son ellas (si, aquella especie de un genero diferente al nuestro) quienes urden en secreto aquellas miradas que nosotros sentimos tan espontaneas.

Cada quien piensa que la realidad es susceptible a su filosofía... y así cada unos de nosotros aplica un poco de su ironía para lograr hacer de la vida un lugar mas incomodo. Y   no me refiero que cada persona logra hacer que su filosofía trascienda a la vida. No... con esto me refiero a que es solo que pareciera no importara si las condiciones  son absolutas y contrarias, es su forma de ver la que se aplica, la que rige el modelo y le da forma a la idea... y en ese espacio no cabe mas que ese punto y ya.       Algo mas triste es que hay inclusive quien piensa que tiene el molde en sus manos una y otra vez... aun cuando me a visto corregir con acierto tantas veces su rumbo